Piensa en aquello que te está haciendo daño o no te está dejando avanzar…
Y ahora, pregúntate, en
el fondo, ¿a qué me estoy aferrando?
Ten en cuenta que nos
podemos aferrar a una relación, persona, trabajo… pero también a una idea sobre
algo (“tengo que ir por este camino”, “es imposible cambiar de trabajo ahora”),
sobre ti misma(o) (“soy demasiado … para”, “no me veo capaz”) o a un sentimiento
(rencor, resentimiento, melancolía…). Nos podemos aferrar al pasado, a un
recuerdo… a algo que en el fondo ya NO ES.
¿A qué te aferras?
Nos aferramos a
cosas/personas/ideas para sentirnos segura(o)s y protegida(o)s, pero ¿qué
sentido tiene si nos hace daño o limita? Además, la seguridad es una falacia,
porque nada dura eternamente, la vida es constante cambio.
Si has descubierto a
qué te aferras, puedes entonces puedes empezar a reconocer tu(s) miedo(s). Son
los miedos (al cambio, al dolor, a fracasar...) mal gestionados al no
afrontarlos los que ocasionan que nos aferremos a las cosas, aunque nos hagan
daño o no nos permitan avanzar (relaciones, trabajo…) Nos aferramos porque
detrás hay creencias irracionales: “las cosas son para siempre”; “necesito” esta
pareja, trabajo” … y miedos que evitamos afrontar.
No aferrarnos a algo
conlleva dejar ir e implica por tanto una pérdida. Enfrentarse a una pérdida
implica dolor, y eso hace que muchas veces evitemos SOLTAR.
Pero si nos aferramos a
algo que nos hace daño por evitar el dolor vamos a generar sufrimiento. El
dolor, a pesar de la
intensidad y malestar con la que se pueden vivenciar los sentimientos, es
transitorio y va disminuyendo gradualmente hasta que se inicia el proceso de
aceptación de la pérdida, que da lugar al reajuste emocional y psicológico
(mediante una correcta elaboración del duelo). El dolor tiene un FINAL,
el sufrimiento no, porque te deja en la misma situación que estabas.
Por difícil y duro que
sea, siempre es mejor elaborar un duelo que aferrarse. Permítete soltar y deja
ir.
Y ya sabéis, si os ha
gustado, ¡compartid!
Si quieres recibir más
información, ponte en contacto a través del mail psicologa@monicatimon.com o pidiendo cita y en
breve recibirás una respuesta.
Consejo muy útil, me encanta tu blog, lo acabo de descubrir.
ResponderEliminarMuchas gracias Maika. Espero que puedas seguir descubriendo cosas
Eliminar