Todas las personas,
sin excepción, necesitamos seguridad,
sentir que pertenecemos a un grupo
(ya sea la familia, amistades…), afecto,
reconocimiento y trascendencia (autorrealización).
Lo que nos diferencia a unas personas de otras es cómo buscamos cubrir esas necesidades. Además, también es diferente qué necesidad o necesidades están movilizando nuestra forma de afrontar la vida y de relacionarnos.
Lo que nos diferencia a unas personas de otras es cómo buscamos cubrir esas necesidades. Además, también es diferente qué necesidad o necesidades están movilizando nuestra forma de afrontar la vida y de relacionarnos.

Otra persona quiere
cubrir la necesidad de reconocimiento a través del sentido del deber (“lo que
se supone o le han dicho debe ser/hacer” o de afirmarse a través de la
aprobación de otros (padre, éxito social…).
El
problema no es en sí buscar afecto y reconocimiento de los otros, sino cuando queremos cubrir esas necesidades
desde un sentimiento de carencia y buscamos FUERA lo que tendríamos que encontrar
en nuestro interior. Es
decir, buscar en mí mismo la capacidad de darme afecto (o quererme), la
necesidad de sentirme seguro(a), la capacidad de reconocerme como persona valiosa
y unos deseos concretos.
NECESIDAD DE SEGURIDAD
Si en la infancia no estuvimos en un
entorno en el que sintiéramos que esa necesidad estaba cubierta o nos hicieron
sentir que el mundo es peligroso, facilitará que la incertidumbre, los
continuos cambios, aquello que sentimos que no está bajo nuestro control nos
genere miedo, buscando crear un férreo control
sobre nuestra vida y entorno. Por otra parte, si no nos sentimos capaces de
desenvolvernos en la vida, podemos buscar la
seguridad a través del apoyo de otra persona.
Confiar en nuestra capacidad de
obtener aquellos recursos necesarios para la supervivencia y ser
autosuficientes nos permitirá cubrir de una manera adaptativa
esta necesidad de seguridad.
NECESIDAD DE PERTENENCIA
Si en la infancia nos sentimos
excluidos o rechazados, sentimos que éramos diferentes,
puede facilitar que en esa búsqueda de sentir que pertenecemos a un grupo nos
enganchemos a uno, disolviendo nuestra identidad en él, incluso a pesar de que
nos perjudique.
Sentir que merecemos ser parte de un
grupo, siendo como somos, y formar parte de varios grupos diferentes, nos
permitirá cubrir de una manera adaptativa esta necesidad de pertenencia.
NECESIDAD DE AFECTO
Y una de las cuestiones más
importantes, y sin menoscabar lo importante de sentirnos amado(a)s, es imprescindible
querernos y respetarnos. Si no nos
valoramos, si no nos queremos, podemos ser fácilmente presa de relaciones
tóxicas donde nos anulemos. Sobre este punto, profundizaré en mi próximo post.
Cualquier consulta, duda o petición de información podéis hacerlo a través del correo psicologa.monicatimon@gmail.com o presencialmente en mi consulta de psicología de Barcelona 93 129 19 34.
Y como siempre, si os ha gustado, ¡compartid!
Comentarios
Publicar un comentario