La relación es como un ente que
se crea, que se manifiesta cuando dos personas están juntas, cuando se aman;
algo diferente del yo y tú. Y hacemos diferentes cosas por la relación:
luchamos la relación, no queremos hacer daño a la relación… y podemos hacernos
dependientes de que esa relación sea PARA SIEMPRE.
Sin embargo, detengámonos a
pensar ¿es más importante esa “relación” que “YO”? Si esa relación no me llena,
no me satisface ¿es más importante que mi bienestar psicológico y
emocional? Esto no quiere decir que no
CUIDEMOS la relación, que no tengamos presente que una relación se ha de “trabajar
”, pero de ahí a que sea una “lucha”, de que sea a costa de mi felicidad… Cada una de las personas de una relación,
su felicidad, es más importante que la
relación en sí. Además, si una persona da más que otra, si una persona ya no se
beneficia de la relación, YA NO EXISTE LA RELACIÓN, o como mínimo una
relación sana que merezca la pena cuidar.
Puede que te percates de que no
estás bien y cortes… y vuelvas… peleas continuas…; que te separes otra vez y
otra vez regreses… estamos ante un relación tóxica. Quizás lo has pensado, has
tomado conciencia de eso, pero piensas que no tienes salida… y por eso aguantas.
Piensas que el amor te detiene, que amas a esa persona, pero… ¿es amor o
dependencia? ¿Amas a esa persona o sientes que necesitas a esa persona? ¿Amas a
esa persona o sientes que no puedes vivir sin ella? En realidad si queremos una relación sana,
hemos de llegar a sentir que TE AMO PERO NO TE NECESITO, que TE AMO PERO PUEDO
VIVIR SIN TI.
Tomemos conciencia de que si
aguantamos una relación toxica hemos de
mirar hacia dentro, hacia nosotras o nosotros mismos, porque está indicando que
no nos queremos, que no nos respetamos. Duro, ¿verdad? Pero piénsalo, ¿por qué
seguimos ahí si en el fondo no queremos? ¡Porque
la amo!, vale ¿pero te respetas cuando aceptas que la otra persona no te dé
lo mismo? ¿Te respetas cuando ese “amor” dejas que te haga sufrir?
No es fácil, pero a pesar de lo que he comentado, lo importante es que
hay una salida, que se puede salir de ese tipo de relaciones. Implica un proceso
que consiste en fortalecer tu autoestima
y autoconfianza (merezco y soy una persona dina de ser amada, tengo confianza
en mi CAPACIDAD DE SUPERAR LO QUE SEA Y CONSEGUIR LO QUE QUIERO), de vencer ciertos miedos (a la
soledad, a no poder encontrar algo mejor, a que no me amen…) y cuestionar ciertas creencias limitantes (ideas
relacionadas con el amor romántico, que no voy a poder soportar esos
sentimientos de vacío o los sentimientos de ansiedad y tristeza que me
sobrevienen cuando dejo la relación…)
Y bien, me diréis ¿y cómo logro
eso?... En el siguiente post plantearé estrategias más concretas para abordar y
superar las dependencias emocionales.
Como siempre,
cualquier consulta, duda o petición de información podéis hacerlo a través del
correo psicologa.monicatimon@gmail.com o presencialmente en mi consulta de
psicología de Barcelona 93 129 19 34.
Y como siempre, si os ha gustado, ¡compartid!
Y como siempre, si os ha gustado, ¡compartid!
Comentarios
Publicar un comentario