¿Diriges tu vida o te dejas llevar por ella?
En algún momento de nuestra vida
dejamos de escucharnos; olvidamos nuestra voz interior, nuestra autenticidad, en aras de la voz que nos dice lo que “tenemos que” o lo
que “debemos ser”. ¡Cuántos “tengo que”
y “debería” escucho en los discursos y narraciones que atiendo en mi consulta!
Hemos de volver a conectar con ese YO auténtico para saber quiénes somos y
decidir qué queremos hacer con nuestra vida. Hemos de buscar nuestro propio
camino. Para ello es necesario asumir nuestra responsabilidad sobre nuestra
propia vida. Nuestra responsabilidad
para con el presente, sin olvidar cómo nos ha conformado nuestro pasado.
Ahí radica la importancia del autoconocimiento, que incluye:
-Espacio interior (lo personal). ¿Cómo me percibo?, ¿cómo me
siento?, ¿qué siento?
Nuestro auto concepto y
autoestima en relación a cómo nos posicionamos, a cómo me sitúo yo ante mí y mi
vida.
-Espacio relacional. ¿Cómo me relaciono?, ¿qué tipo de relaciones
tengo?, ¿cómo me siento ante las relaciones que tengo y mi forma de
relacionarme?
Nuestro auto concepto y
autoestima en tanto seres sociales que nos relacionamos y establecemos vínculos
afectivos y emocionales.
-Espacio socio-cultural. Los mandatos socio-culturales, ¿de qué modo
los he interiorizado?, ¿cómo influyen en mi comportamiento, en mi forma de
expresar mi rol de género y mi sexualidad…?
Aquellos esquemas aprendidos
(valores, creencias, roles…) de la infancia, de forma inconsciente o más consciente,
¿cómo se plasman en mi manera de percibirme, de relacionarme y en cómo me sitúo
ante mi propia vida?
Se trata pues de comprender la
interrelación entre lo personal, nuestra problemática particular, y el contexto
social y cultural que la conforma. De este modo el cambio no radica únicamente
en el cambio de esas limitaciones o carencias nuestras de forma aislada, ni
tampoco en delegar nuestro bienestar emocional al cambio del entorno. Somos responsables
de nuestra vida. El pasado no podemos cambiarlo, pero sí aprender a verlo con
otra perspectiva que nos favorezca entendernos y comprendernos. A los demás (pareja, familia, amistades…)
NO podemos cambiarles, pero nosotros si podemos hacernos responsables y
gestionar nuestro cambio.
Como cualquier cambio, este
implica una pérdida y, por tanto, la necesidad de elaborar un duelo. Por eso
implicarse en un proceso de autoconocimiento no es fácil, pues nos hará tomar
conciencia de aquello que deseamos cambiar. El cambio y la gestión del duelo
que comporta es la única manera de crecer, de mejorar, de aprender y adquirir
nuevas estrategias y recursos que nos permita ser aquello que queremos y
realizar con nuestra vida a aquello que deseamos. ¿Se puede pedir más?
Si quieres recursos y herramientas para trabajar el proceso de autoconocimiento o la gestión del cambio puedes ponerte en contacto conmigo en el mail psicologa.monicatimon@gmail.com
locos no me ayudaron en mi tarea me fue mal en la tarea los odio jajajajajajajajajajajaja
ResponderEliminarvoya llamar a la policia la nota que saque fue:3.1