La psicología, a pesar de que
poco a poco va cambiando la concepción que de ella se tiene, todavía
hoy, es una gran desconocida. El hecho de ir "al psicólogo" genera aún muchos
tabúes y prejuicios. ¿Por qué ir a una psicóloga? ¡Si yo no estoy loca!,
¡si yo no tengo ningún trastorno mental!
En todo caso, hay
muchos prejuicios contra la enfermedad mental. Todo el mundo podemos tener una
depresión, un ataque de ansiedad, pasar por un duelo complicado… en un momento
u otro de nuestra vida. Por otra parte, en general hay un gran desconocimiento sobre un trastorno
mental como la esquizofrenia, generando actitudes de discriminación y/o incomprensión.
Mi objetivo ahora
no es entrar en ese debate. Es importante conocer que, además de tratar la
enfermedad mental, la psicología puede actuar en un muy amplio
abanico de situaciones. Cualquier persona puede beneficiarse de la terapia
psicológica para mejorar y mantener la salud emocional, física y mental.
A veces, nos podemos sentir mal emocionalmente, nos enquistamos en una situación
que nos genera dolor y sufrimos. También podemos sentirnos desorientados y
no saber bien qué hacer con nuestra vida. En ocasiones quizás sentimos que nos sobrepasa un
conflicto familiar o laboral. Puede que nuestra relación de pareja está pasando una
crisis, con continuas discusiones y conflictos; he de decir que, lamentablemente, en estos casos la mayoría de las parejas vienen ya tarde, cuando el problema
está muy enquistado y es muy difícil abordarlo. O, simplemente, queremos
profundizar en nuestro crecimiento personal, reconocer y conocer nuestras
limitaciones y reconocer y potenciar nuestros recursos personales.
A continuación doy
unas pistas de esas situaciones donde la terapia psicológica puede ayudar y
facilitar herramientas y pautas que pueden facilitar un mayor bienestar
emocional y mental.
CRECIMIENTO PERSONAL
Problemas de timidez, aumentar
nuestra autoconfianza, mejorar nuestras habilidades sociales o de hablar en
público, potenciar nuestras dotes de liderazgo, plantearnos qué queremos hacer
con nuestra vida en un momento en que nos sentimos confusos... pueden ser cuestiones
fácilmente abordadas en consulta.
Otro aspecto importante tiene que ver con todo aquello que no nos permite ser nosotros mismos, ser sencillamente quienes somos. La sociedad impone como "normativos" unos valores en cuestión de roles, identidad sexual o forma de expresar la sexualidad con los que podemos no sentirnos cómodos o que no compartimos.
No poder reconocer, asumir y aceptar nuestra identidad sexual o nuestra orientación sexual puede generar mucho sufrimiento, y una terapia especializada puede facilitar que nos liberemos de esos sentimientos negativos y creencias que nos impiden expresar una parte tan importante de quienes somos.
Otro aspecto importante tiene que ver con todo aquello que no nos permite ser nosotros mismos, ser sencillamente quienes somos. La sociedad impone como "normativos" unos valores en cuestión de roles, identidad sexual o forma de expresar la sexualidad con los que podemos no sentirnos cómodos o que no compartimos.
No poder reconocer, asumir y aceptar nuestra identidad sexual o nuestra orientación sexual puede generar mucho sufrimiento, y una terapia especializada puede facilitar que nos liberemos de esos sentimientos negativos y creencias que nos impiden expresar una parte tan importante de quienes somos.
ESTRÉS Y ANSIEDAD
Ciertos aspectos de la vida son
estresantes, y muchas situaciones, desde una entrevista de trabajo a problemas
en las relaciones personales, pueden
hacer que sintamos ansiedad. El estrés y la ansiedad, si se deja que persistan,
pueden llevar al aislamiento social y depresión, además de otros problemas.
También podemos sentir ansiedad
intensa ante situaciones específicas (fobias) o sentir desasosiego y miedo ante
un cambio importante, o tener problemas para adaptarnos a una situación nueva.
La terapia puede ayudar a
controlar el estrés y la ansiedad encontrando su origen o la causa de esos problemas,
así como facilitando las estrategias adecuadas para afrontarlos.
DEPRESIÓN
Sentimientos
abrumadores de impotencia o desesperanza son síntomas comunes de la depresión.
Aunque a veces creemos que podemos "salir" de la depresión, puede que
nuestros propios recursos en esos momentos no sean suficientes. La depresión es
un trastorno común caracterizado por la pérdida de interés en las cosas, experimentar
fatiga y falta de energía y dificultad para controlar las emociones. La terapia
puede ayudar a encontrar la fuente de la depresión, que a menudo es el primer
paso para comenzar a sentirnos mejor, dando además herramientas para afrontarla.
La muerte es una parte inevitable
de la vida, pero eso no lo hace más fácil de afrontar. Cada uno maneja la pérdida
de un ser querido, ya sea un padre o una mascota, de forma diferente. Elaborar
un duelo de forma adaptativa no siempre es fácil; en ocasiones se convierte en
un duelo complicado o bien evitamos y negamos la realidad de la pérdida, lo que genera un gran sufrimiento. La terapia psicológica ayuda a encontrar los medios adecuados para
hacer frente a la muerte de alguien que nos es cercano.
La muerte no es la única forma de
experimentar la pérdida. Una ruptura de pareja, perder el trabajo, enfrentarte
a un proceso de enfermedad crónica o que requiere un tratamiento invasivo
(cáncer…), ir a vivir a otro país… son situaciones que nos sitúan ante pérdidas
que pueden ocasionar un alto impacto emocional.
Familia y relaciones
Las relaciones, ya sean
familiares, personales o relacionadas con el trabajo, tienen sus altibajos. Si
bien algunas relaciones pueden ser una de las mejores cosas de la vida, sin duda
también pueden ser una fuente de estrés y problemas. Trabajar en terapia (de
forma individual, en pareja o en grupo) puede ayudar a gestionar de forma
adaptativa los conflictos que pueden surgir incluso en las relaciones más
fuertes.
Malos hábitos y adicciones
Algunos hábitos: fumar, beber y
el consumo de drogas, se utilizan a menudo para escapar o evitar enfrentarse a
problemas subyacentes, pudiéndose convertir en adicciones.
Salir de una adicción es un
proceso complicado y en ocasiones podemos necesitar ayuda. La terapia puede
facilitar soporte para enfrentarnos a situaciones como el período de abstinencia o
las recaídas, además de incidir en aquellos aspectos emocionales que nos han
llevado a un hábito adictivo.
Cualquier consulta, duda o petición de información podéis hacerlo a través del correo psicologa.monicatimon@gmail.com o presencialmente en mi consulta de psicología de Barcelona 93 129 19 34.
monica te mando un saludo de mi parte, antonio marin como va todo a veces me doy cuenta que me queda mucho que aprender gracias por compartir este blog .
ResponderEliminar