En el anterior post estuvimos
hablando del orgasmo
http://www.monicatimon.com/2014/09/orgasmo-i.html
Y de nuestra preocupación por si ha sido peor o mejor, si ha sido lo suficientemente intenso, o… ¡si ha durado mucho o poco! Para qué negarlo, a veces nos gustaría encontrar la forma de alargar el orgasmo, de hacerlo durar y durar ¡como las pilas duracel! Es cierto que, como ya comentamos, no debemos obsesionarnos con ello, que el grado de satisfacción en una relación debe medirse por el placer que obtenemos de ella, si disfrutamos en nuestras relaciones y nos quedamos satisfechos con lo que damos y tenemos.
http://www.monicatimon.com/2014/09/orgasmo-i.html
Y de nuestra preocupación por si ha sido peor o mejor, si ha sido lo suficientemente intenso, o… ¡si ha durado mucho o poco! Para qué negarlo, a veces nos gustaría encontrar la forma de alargar el orgasmo, de hacerlo durar y durar ¡como las pilas duracel! Es cierto que, como ya comentamos, no debemos obsesionarnos con ello, que el grado de satisfacción en una relación debe medirse por el placer que obtenemos de ella, si disfrutamos en nuestras relaciones y nos quedamos satisfechos con lo que damos y tenemos.
Lo bueno es dedicarle el tiempo
necesario, sin prisas pero sin pausa, centrándonos en todas las sensaciones que
estamos teniendo en ese momento.
Existen diferentes trucos o
técnicas que se
utilizan para prolongar la duración en nuestras relaciones
sexuales. Vamos a
conocer algunos de ellas.
Controlar la respiración, aunque no
lo parezca es muy importante, nos ayuda a concentrarnos y relajarnos, poder tener
autocontrol sobre nuestro cuerpo.
Cambiar
de postura, de práctica sexual (sexo oral,
penetración, utilización de juguetes sexuales ¡y todo que más os divierta y os haga disfrutar!) además
de hacerlo más ameno y entretenido, es bueno para alargar más el tiempo, ya que
esas pausas entre postura y postura (o práctica) nos hacen perder el ritmo que
llevábamos y empezar de nuevo.
Tenemos también los famosos ejercicios Kegel, que suelen ser muy efectivos para fortalecer los músculos
pélvicos.
Una técnica que suele usarse mucho
y es efectiva en muchos casos es variar el ritmo durante la relación
sexual. Si mantenemos
un ritmo estable es muy probable que lleguemos a un momento en que llegue el
orgasmo y no haya vuelta atrás, en cambio, si vamos variando el ritmo (ir más
rápido, más lento...) puede
que ayude a retardarlo.
Es decir, hay que tener en cuenta
la importancia del ritmo variable en la excitación de los genitales (no
mantener un ritmo continuo en la estimulación sino variar el ritmo, la
intensidad, etc.) y la combinación de la excitación y la relajación. Unos
ejercicios[1] que
os ayudarán a practicarlo:
Visualizar la energía
Acuéstate en una colchoneta, alfombra o sobre la cama.
Cierra los ojos y concéntrate en tus genitales
Doblar las piernas de modo que las plantas de los pies
estén en contacto con el suelo sobre el que reposas, bien apoyadas.
Respira lenta y profundamente, fijándote en como se hincha
el vientre respirar y se deshincha con la expiración.
Mantén tus labios entreabiertos y al exhalar, dejar salir
el aire con un sonido, oyendo tu voz y la emoción que expresa.
Visualiza como si existiera un canal interior que comunica
tus genitales y tu garganta y tu nariz, un canal por el que discurre una
energía.
Al inspirar, dejar entrar lentamente el aire por la nariz o
por la boca, llega hasta tu vientre que se va hinchando y te imaginas que llega hasta tus genitales
(vagina).
Al exhalar te imaginas que el aire sale desde tus
genitales, impulsado por el vientre que se va deshinchando, hasta tu garganta y
sale por la boca con sonido.
Contracción/relajación pelvis (una vez dominado el anterior)
Al inspirar y mientras se hincha el vientre contraer la
vagina movilizando la pelvis hacia atrás.
Al expirar y mientras deshinchas relajar la vagina y dejar
que tu pelvis se desplace hacia adelante.
Hacer lo mismo incluyendo la visualización de la energía a
través de los genitales: al inspirar imaginas que absorbes energía por tu
vagina y al inspirar imaginas que expulsas energía
Retención (una vez dominado el anterior)
Inspira lentamente por la nariz mientras contraes la vagina
visualizando que absorbes energía a través de ella. Luego relajas los genitales
soltando imaginariamente tu energía a través de ellos hacia el exterior
Practica esto varias veces aumentando en cada inspiración
la profundidad de tu respiración y la presión ascendente genital. Notarás que
gradualmente aumenta tu ritmo respiratorio y la sensación de excitación.
Posteriormente hacer una respiración profundísima apretando con muchísima
fuerza tu musculatura genital y retienes el aire, no respiras.
Mantener durante un tiempo, después vuelve a aflojar y a respirar.
Inicia de nuevo el proceso. Respira de manera normal,
contrayendo y aflojando los genitales. Poco a poco vas acelerando la
respiración haciendo más fuertes y prolongadas las contracciones al inspirar, y
expulsando más al espirar (ej: 10 veces) y retienes el aire manteniendo la
contracción… relajas…
Durante la relación sexual si notamos
demasiada excitación y que no nos podremos controlar, una buena manera de
relajarse es dedicarle más tiempo a la otra persona. Dedicarnos a dar
placer a nuestra pareja sexual sin estimularnos,
para poder relajarnos un poco y poder seguir disfrutando al máximo de la
relación.
Estas son algunas de las técnicas
más usadas o conocidas,
pero hay muchas más. Cada persona ha de buscar la suya propia, ya que lo que le va bien a
una tal vez no le funcione a la otra, todo depende.
Ah, ¡y recordad! https://www.facebook.com/events/356253617864395/
[1] Los ejercicios han sido extraídos de: Fina Sanz, Psicoerotismo
femenino y masculino , Ed cairos (1990)
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